Made in China 2025 (MIC 2025) es una iniciativa estratégica de política industrial lanzada por el Gobierno chino en 2015.

Su objetivo es transformar China, de un centro de fabricación de bienes de bajo valor a un líder en industrias de alta tecnología, centrándose en la innovación, la calidad y la sostenibilidad. La política hace hincapié en la mejora de las capacidades de fabricación de China, la reducción de la dependencia de la tecnología extranjera y el posicionamiento del país como líder mundial en industrias avanzadas para 2025.

Principales características del MIC 2025

Sectores prioritarios: La política identifica diez industrias clave para el desarrollo:

  • Tecnología de la información avanzada
  • Robótica y maquinaria automatizada
  • Equipos aeroespaciales y de aviación
  • Ingeniería naval y transporte marítimo avanzado
  • Equipos de transporte ferroviario
  • Nuevas energías y vehículos de bajo consumo
  • Equipos eléctricos
  • Equipamiento agrícola
  • Nuevos materiales
  • Productos biofarmacéuticos y dispositivos médicos avanzados

Los objetivos específicos incluyen:

Para 2025. Impulsar la calidad de fabricación, la innovación y productividad laboral; obtener un nivel avanzado de tecnología e integración; reducir el consumo de energía y recursos y desarrollar empresas y centros industriales globalmente competitivos.

Para 2035. Alcanzar un nivel de desarrollo a la par de la industria global en “un nivel intermedio”, mejorar la innovación, lograr importantes avances tecnológicos, liderar esta innovación en industrias específicas y establecer estándares globales.

Para 2049. Liderar la fabricación y la innovación globales con una posición competitiva en tecnología avanzada e industria y sistemas. (Esta fecha coincide con el centenario de la fundación de la República Popular China.)

Objetivos MIC 2025

Autonomía tecnológica: Un objetivo primordial es reducir la dependencia de la tecnología extranjera y desarrollar capacidades nacionales en tecnologías críticas como los semiconductores, la IA y la biotecnología.

Calidad sobre cantidad: La iniciativa fomenta la innovación, la adopción de normas internacionales y la producción de bienes de alta calidad y alto valor, en lugar de productos baratos para el mercado de masas.

Fabricación ecológica: Se hace hincapié en la eficiencia energética, las prácticas respetuosas con el medio ambiente y la sostenibilidad de los procesos de producción.

Herramientas políticas: La iniciativa utiliza incentivos financieros, subvenciones, exenciones fiscales e investigación con apoyo gubernamental para acelerar el desarrollo en sectores específicos.

Reacción mundial

La política ha suscitado gran atención y críticas internacionales, sobre todo de países occidentales como Estados Unidos y la Unión Europea. Los críticos argumentan que:

Implica prácticas comerciales desleales, incluidas subvenciones y transferencias forzosas de tecnología.

Amenaza la competencia mundial, ya que las empresas chinas respaldadas por el Estado pueden obtener una ventaja desleal.

Es un medio para lograr el dominio tecnológico y socavar a las empresas extranjeras en industrias clave.

En respuesta, Estados Unidos y sus aliados han aplicado medidas como controles a la exportación, aranceles comerciales y restricciones a la inversión dirigidas a tecnologías y empresas específicas asociadas a Made in China 2025.

Progresos y retos

Aunque China ha avanzado en sectores como las energías renovables, los vehículos eléctricos y la 5G, lograr la autosuficiencia tecnológica en áreas como los semiconductores sigue siendo un reto. Las tensiones geopolíticas mundiales y las restricciones a la exportación de tecnologías críticas también han obstaculizado la plena realización de los objetivos de la iniciativa.

Cómo está afectando estas políticas a la importación “genérica” de productos “Made in China”

Las políticas de transformación del entramado industrial chino están llevando a una nueva realidad la tradición exportadora del país.

Mediante severas políticas impositivas de cambios estructurales en las empresas (ahorro energético, huella de carbono, optimización de procesos, deslocalización, etc.), el gobierno ha conseguido una reducción drástica en el territorio de las conocidas como industrias “low cost”, llegando a casi el 50% de empresas cerradas desde 2.015.

Esta situación ha llevado a que numerosas líneas de producto que hasta ahora eran susceptibles de ser importadas dejen de serlo.

Tan sólo los bienes cuya fabricación confieren altas cadenas de valor siguen a la vanguardia de la importación hacia occidente.

Veremos cómo siguen afectando las políticas de ajuste del Gobierno chino a la estrategia de reposicionamiento global que el MIC 2025, al auspicio del Plan de Mediano y Largo Plazo para la Ciencia y la Tecnología (MLP) (2021-2025) tienen como objetivo la transformación integral del tejido industrial en China.