El gigante asiático se prepara para la mayor de sus festividades, el Año Nuevo Chino. Y con ella un conjunto de medidas que afectan de forma directa a nuestra actividad comercial en este país. Conocerlas y planificarlas con suficiente antelación evitará grandes trastornos y elevados costes.
El próximo 16 de febrero de 2.018 dará comienzo el Año del Perro de Tierra en China. Y a pesar de que oficialmente esta festividad implica el cierre de las empresas durante los 7 días previos a su celebración, la realidad es que el suministro de mercancías desde el país asiático sufre alteraciones que pueden alargarse hasta los 40 días (los chinos denominan a este período “Chunyun”), antes y después de su celebración:
- LA MAYOR MIGRACIÓN DEL PLANETA: El Ministerio de Transporte chino estimó que el pasado 2.017 se produjeron, en las semanas previas a la celebración de esta festividad, cerca de 2.980 millones de desplazamientos. En China se estima que cerca de 300 millones de personas viven alejadas de sus lugares de nacimiento, son los conocidos como “Mingong” o “Trabajadores Migratorios” que ante la llegada del Año Nuevo Chino se desplazan a sus ciudades y pueblos de origen para pasar estos días cerca de sus familias.
El movimiento de tal volumen de personas implica un reto para la infraestructura de transportes china, así como para su actividad productiva ya que muchas fábricas empiezan a limitar la fabricación y los plazos de entrega, incluso un mes antes de la festividad.
Para este año, tenemos confirmación de que en apenas una semana ya tendremos proveedores cerrados o entregando sus pedidos que se cursaron en los meses de noviembre o diciembre.
- PLAZOS DE ENTREGA: Como resultado de todo este movimiento, los plazos de entrega de nuestros pedidos se verán afectados por la escasa, casi nula, actividad productiva de las fábricas durante, más menos, un periodo de 30 días. Si a esto le añadimos los lotes de fabricación que quedarán pendientes de entrega para los días y semanas posteriores a la festividad, cualquier pedido tramitado en el mes de enero (hasta el 15 de enero) corre riesgo de no verse embarcado hasta el mes de abril, incluso en mayo en el caso de productos de temporada.
- PROBLEMAS EN EL TRANSPORTE: El interés de las fábricas y clientes por embarcar los pedidos antes del Año Nuevo Chino también supone un colapso en la red de carreteras y puertos del gigante asiático. En las semanas previas al inicio del “Chunyun” (período de 40 días previo a la fiesta del Año Nuevo) se hace especialmente complicado conseguir espacio en los contenedores de los buques que realizan sus últimos embarques desde China.
También el incremento de la demanda de transporte, especialmente marítimo, implica una subida general en los precios de los fletes que llegan, incluso, a duplicar su coste respecto a otras fechas del año.
- CIERRE DE FÁBRICAS Y OFICINAS COMERCIALES: El periodo de cierre varía según la actividad de las empresas. Mientras en las fábricas el cierre puede durar entre 20-30 días, las oficinas comerciales suelen permanecer cerradas durante no más de 10-15 días. Esto se debe a que en las fábricas, la mano de obra es la que más suele viajar a sus lugares de origen (los famosos “Mingong”), lo que obliga a los empresarios a tener que mantener sus máquinas paradas durante mayores periodos.
Asimismo, y una vez finalizadas las fiestas, se da otra circunstancia que ralentiza más, si cabe, el inicio de la actividad industrial. Nos referimos al regreso de los trabajadores. En muchas ocasiones, los trabajadores desplazados encuentran nuevos empleos en áreas más cercanas a sus lugares de origen lo que provoca el no retorno a sus puestos de trabajo. Esto implica nueva búsqueda y selección de personal y por supuesto, retrasos en el inicio de la actividad.
Por todo ello, desde CECOGRUP aconsejamos una detallada planificación de este periodo festivo si una de nuestras fuentes de suministro es el país asiático. Esto nos evitará importantes problemas de abastecimiento y sobre todo, costes innecesarios.