El Año Nuevo Chino (también conocido como Festival de Primavera) es uno de los mayores eventos culturales y festivos en China, y su proximidad tiene un impacto significativo en las cadenas de suministro y las importaciones en Europa, especialmente en sectores dependientes de la producción china. Aquí tienes un desglose de cómo afecta:
Impacto en la producción y envíos:
- Cierre de fábricas y negocios:
- Durante el Año Nuevo Chino, que dura alrededor de 15 días (aunque muchas empresas se toman de 2 a 4 semanas), gran parte de la actividad industrial en China se detiene.
- Esto incluye fábricas, puertos y servicios logísticos, ya que los trabajadores regresan a sus ciudades natales para celebrar con sus familias.
- Retrasos en la producción y el transporte:
- Antes del cierre, muchas fábricas intentan cumplir con pedidos acumulados, lo que puede llevar a cuellos de botella y sobrecarga en la logística.
- Después del festival, las operaciones tardan en normalizarse, ya que no todos los trabajadores regresan inmediatamente a sus puestos de trabajo.
- Disminución de envíos:
- El volumen de exportaciones suele reducirse significativamente durante las semanas previas y posteriores al Año Nuevo Chino, afectando los tiempos de entrega en Europa.
- Esto puede generar escasez temporal de productos importados.
Efectos en Europa:
- Planificación anticipada:
- Muchas empresas europeas se anticipan al Año Nuevo Chino realizando pedidos más grandes antes del cierre de fábricas. Esto aumenta la presión sobre la capacidad logística, especialmente en los puertos y transporte marítimo.
- Aumento de costos:
- La demanda de espacio en contenedores y transporte marítimo sube significativamente antes del Año Nuevo Chino, lo que puede llevar a un incremento de precios.
- Demoras posteriores:
- Tras el reinicio de actividades en China, se observa un efecto acumulativo, con retrasos en la entrega de mercancías y posibles interrupciones en las cadenas de suministro en Europa.
Recomendaciones para empresas europeas:
- Planificación temprana:
- Realizar pedidos con anticipación para evitar retrasos o interrupciones.
- Mantener inventarios más grandes durante los meses de diciembre y enero.
- Los plazos de entrega, durante este periodo, pueden dilatarse hasta dos meses respecto a los habituales.
- Colaboración estrecha con socios logísticos:
- Establecer estrategias con transportistas para asegurar espacio en buques o aviones antes y después del Año Nuevo Chino.
En 2024, el Año Nuevo Chino será el 10 de febrero, por lo que las interrupciones se esperan principalmente desde finales de enero hasta principios de marzo.
Todo ello, unido a los problemas que venimos sufriendo en el ámbito de la logística marítima (dilatación del tiempo de tránsito, incremento de costes, disponibilidad de espacios, etc.) hace que, especialmente ahora, una correcta planificación evite posibles costes adicionales o las siempre incómodas roturas de stock.