Todos hemos aprendido en los últimos tiempos mucho sobre las mascarillas faciales; higiénicas, quirúrgicas, FFP2, normativas, reglamentos…haciendo de éstas un elemento clave en nuestra lucha frente al virus. Lo que mucha gente desconoce es qué hace de estos EPI una barrera indispensable a la propagación de la enfermedad. Hablamos de un material llamado Meltblown.

Básicamente, una mascarilla de protección facial es el resultado de tejer una serie de capas de distintos materiales, uno de los cuales es la pieza clave que define su categoría y su eficiencia de filtrado, se denomina como Meltblown.

SMS el secreto de las mascarillas

El término SMS se usa para describir los materiales usados en el tejido de las distintas capas que componen una mascarilla. Hablamos de una combinación de un material textil no-tejido conocido como Meltblown y su combinación con otro llamado Spundbond, una textil sin tejer que es el que refuerza la efectividad del Meltblown mediante la aplicación de distintas capas. SMS (Spundbond, Meltblown, Spundbond).

La tela no tejida Meltblown es un material clave para hacer mascarillas quirúrgicas o autofiltrantes tipo FFP1, FFP2 o FFP3. Por lo general, las mascarillas contienen varias capas (3-5 capas) de Spundbond, mientras que la capa intermedia es la tela no tejida Meltblown.

La tela no tejida Meltblown se utiliza en la fabricación de máscarillas faciales, respiradores anti-partículas y otros productos, principalmente para filtrar y purificar la inhalación de aire.

meltblown tejido no tejido

Funcionalidad

El material SMS nonwoven se usa como materia prima en la fabricación de mascarillas o para tejidos médicos gracias a su acción de barrera microbiana. La capa bloquea los gérmenes patógenos de los fluidos por su propiedad hidrofóbica. Su gran eficiencia de filtración, resistencia al desgarramiento, excelente transpiración lo ha convertido en un material imprescindible sobretodo para fabricar mascarillas.

El nivel de protección y filtración de una mascarilla puede varias dependiendo de dos factores:

  • El material con el que fabrican mascarillas
  • Normas de fabricación y certificación.

Los EPI deben cumplir con una serie de requisitos específicos dispuestos en unas normas de la Unión Europea que son: EN 149:2001+A1:2009 para las medias máscaras filtrantes de protección con partículas.

En la próxima entrada explicaremos con más detalle los requisitos de una certificación válida y el modo de comprobarlo.

¿Cómo es el Meltblown?

El material válido final se suele encontrar compactado y con un tamaño lo suficiente pequeño para frenar la entrada de partículas en suspensión, pero a la vez debe permitir al usuario respirar fácilmente.

Por otro lado, las mascarillas quirúrgicas pueden fabricarse con materiales que tengan capacidad filtrante, como es el caso del Tejido no Tejido (TNT: textile non-tissé) convencional de 50-60 g/m2 o espesor de 0,3-0,5 mm. Es recomendable utilizar los tejidos ya avalados para no tener que realizar ensayos adicionales sobre la compatibilidad con la piel humana, como por ejemplo el TNT 50% viscosa 50% poliéster, que ya tiene avalada esta característica.

meltblown capas mascarilla

Aplicaciones de Meltblown

El material Meltblown no solo se usa para fabricar mascarillas, sino también para:

  • Medicina: mascarillas, batas quirúrgicas, ropa protectora, envolturas de desinfección,
  • Decoración de hogar: manteles, sábanas, colchas, etc.
  • Tejidos de vestir: forro, entretela adhesiva, guata, algodón con forma, varios tejidos de base de cuero sintético, etc.
  • Industrial: material filtrante, material aislante, bolsa de embalaje de cemento, geotextil, tela de cobertura, etc.
  • Agricultura: tela de protección de cultivos, tela de cultivo de plántulas, tela de riego, cortina de aislamiento térmico, etc.
  • Otros: algodón espacial, materiales de aislamiento térmico, linóleo, filtros de cigarrillos, bolsitas de té, etc.
El crecimiento de la demanda y la escalada de precios de este material.

Se prevé la demanda de meltblown crecerá un 6,3% por año hasta 2024 a $ 6.710 millones, según el análisis de Freedonia Group. Las ganancias están impulsadas por un pico de demanda a corto plazo en 2020 debido a la creciente demanda de equipos de protección personal (EPI) en medio de la pandemia de COVID-19.

Lógicamente, el incremento de la demanda y por defecto, de la fabricación conlleva una subida de los precios. Si quieres conocer con detalle la evolución del mercado de la fabricación de este, tan preciado material, te invitamos a consultar este interesante estudio publicado por Global Market Insights.

Meltblown, la clave de la calidad en una mascarilla. Lo más barato no es lo mejor.

Desde que las mascarillas tipo FFP2 se implantaron como las más recomendable para evitar tanto contagiar a los demás, como para contagiarnos, han aparecido cientos, quizás miles de marcas y distribuidores con todo un universo de precios, calidades y también falsificaciones que escapan al control de las autoridades.

Precisamente, la calidad de este componente es el que condiciona el precio final de una mascarilla. Cuanto más barata, peor. Y podréis pensar, si una mascarilla viene avalada por un ensayo y una certificación que confirma su eficiencia, ¿no será lo mismo una más cara que otra más barata? Definitivamente no.

Para empezar, cuando se ensaya una marca, su certificado avala que las muestras usadas en las pruebas, en efecto, cumplen con las especificaciones requeridas. Pero eso no significa que los distintos lotes de fabricación cumplan con esas características. Muchos fabricantes, una vez conseguida la certificación, reducen la calidad del elemento clave, el Meltblown, para bajar el coste de fabricación de sus mascarillas y por ende, su precio de mercado.

¿El resultado? Un producto que más allá de reducir su calidad, supone un alto riesgo para nuestra salud.

Así que si realmente os preocupa vuestra salud o la de vuestros amigos, familia, allegados o clientes, desde Cecogrup os recomendar no especular con el precio o los márgenes y exigid un producto de calidad contrastada. Ahora más que nunca, LO MÁS BARATO NO ES LO MEJOR.