El próximo año 2.020, la celebración del Nuevo Año Chino se adelanta al mes de enero. El cruce de fechas con las festividades navideñas en occidente, auguran un mes de diciembre excepcionalmente caliente.

Habitualmente, la festividad del Año Nuevo Chino se ha ido moviendo entre los meses de febrero y marzo. Como muchos de vosotros ya sabréis, estas fechas requieren, de las empresas con intereses comerciales en el país asiático, una cuidada programación para evitar problemas de desabastecimiento y costes adicionales.

En 2.020 el día de Año Nuevo será el 24 de enero, período festivo de 15 días que se dilata hasta la celebración del Festival de las Linternas que se celebra el 11 de febrero.  Si tenemos en cuenta que tradicionalmente, el país asiático, comienza a cerrar sus fábricas en torno a 10-15 días antes del Año Nuevo, podemos concluir que desde la primera semana de enero hasta la 2/3 de febrero las empresas reducirán drásticamente su capacidad de fabricación y suministro.

Como decíamos antes, el inicio del mayor periodo festivo en China va a coincidir con el final de uno de los más importantes en Occidente, las Navidades, lo cual lo hace todavía más complicado, especialmente para conseguir embarques durante el mes de diciembre.

Nuestra previsión es que aquellos pedidos que no se hayan cursado en los meses de agosto y, como muy tarde, principios de septiembre, corren el riesgo de ver trasladados sus embarques (en el caso de importación) a finales de febrero o marzo.

Por supuesto, el capítulo de costes de transporte, también sufrirá un fuerte incremento. Si tradicionalmente, el “Peak Season” de las navieras se aplicaba en meses como diciembre y enero, es probable que su aplicación se vea adelantada a los meses de noviembre o incluso octubre. Estamos hablando de la Temporada Alta de la logística mundial, que como todos sabemos, se acaba traduciendo en un incremento del coste de transporte marítimo de más de un 100%.

Es por esto, que desde CECOGRUP recomendamos a todas aquellas empresas con intereses comerciales en China aborden cuanto antes una adecuada planificación, porque más allá de un problema de sobrecostes podemos encontrarnos con serias dificultades de suministro.