Con la crisis del coronavirus las mascarillas se han convertido en un accesorio imprescindible en nuestras vidas. Pero con tanta variedad de equipos de protección facial que existe en el mercado, es importante saber qué tipo deberíamos usar en cada situación. A pesar de que su uso es obligatorio por ley en España, hay mucha confusión entre los tipos de mascarillas. En este post intentaremos aclarar todas esas dudas y mostraros las diferencias entre mascarillas higiénicas y quirúrgicas.

Tipos de mascarillas:

Según el uso al que van destinado, las mascarillas pueden ser consideradas:

  • Equipos de protección individual (EPI), más conocidas por su nomenclatura FFP1, FFP2 y FFP3.
  • Producto Sanitario (PS) entre las que más destacan las mascarillas quirúrgicas de 3 o 5 capas tipo I, II o IIR.
  • Mascarillas higiénicas, las más utilizadas por la población, muy similares a las quirúrgicas pero con unas características diferentes como ahora os contamos.

Mascarillas higiénicas

Son mascarillas entendidas como una barrera artificial para evitar la propagación del virus hacia el exterior. Son las más económicas de todas pero las de menor protección ya que si bien evitan contagiar a los demás no evitan el riesgo de ser contagiados.

Se usan como elementos de protección de la salud poblacional y son imprescindibles para minimizar el riesgo de la propagación del COVID-19 entre las personas. No se consideran como productos sanitarios pero, deben cumplir los requisitos mínimos descritos en el apartado cuarto y quinto de la Orden SND/354/2020.

Para elegir una mascarilla higiénica adecuada, lo más recomendable es revisar la información que el fabricante nos proporciona. Son aquellas mascarillas que posean certificaciones en lo referente a su capacidad de filtración bacteriana (BFE) –que debe situarse en torno al 90-95%-, sus niveles de respirabilidad y el material con el que han sido elaboradas.

Producto Sanitario (PS). Mascarillas quirúrgicas.

A diferencia de las mascarillas higiénicas, las mascarillas quirúrgicas se consideran Producto Sanitarios (PS) de clase I. Están hechas para filtrar el aire que exhalamos. Su uso aconsejado es para personas infectadas, ya que evita la dispersión del virus gracias al alto porcentaje de filtración.

Al ser un Producto Sanitario (PS) su fabricación y comercialización ha de estar supervisada por la AEMPS (Agencia Española del Medicamento y el Producto Sanitario) siendo obligatorio para las empresas que producen y venden estos productos para su uso en entornos sanitarios y quirúrgicos la debida licencia de importación y/o comercialización de producto sanitario.

Sin este requisito, una mascarilla NO PUEDE SER CONSIDERADA NI VENDIDA COMO QUIRÚRGICA.

Asimismo, y a diferencia de la mascarilla higiénica, la quirúrgica sí que tiene que tener certificación CE y cumplir con la norma UNE-EN 14683:2019+AC2019.

Clasificación mascarillas quirúrgica

Hay varios tipos de mascarillas quirúrgicas que solo podemos saber por la indicación en el envase.

  • Tipo I o tipo II: esa clasificación se realiza según su eficacia de filtración bacteriana, siendo superior en las de tipo II.
  • IIR: este tipo de mascarillas asegura también una protección frente a salpicaduras de sangre u otros fluidos biológicos.

En el etiquetado debe aparecer una referencia a la norma internacional (UNE-EN 14683:2019+AC:2019 ) junto con la indicación del tipo de mascarilla. El Certificado de conformidad CE es un documento obligatorio en este caso.

Cabe destacar que junto al sello CE deben de aparecer los 4 dígitos que identificarán la legitimidad de ese sello.

Equipos de Protección Individual (EPI). Mascarillas faciales autofiltrantes.

Las mascarillas autofiltrantes desechables contra aerosoles sólidos y líquidos, se clasifican en tres categorías o tipos: FFP1 NR, FFP2 NR y FFP3 NR. Esta clasificación basada en grados de eficacia se establece a partir de los resultados de los ensayos de conformidad efectuados con la norma UNE-EN 149:2001+A1:2010.

Durante el ensayo, se evalúa diferentes parámetros como, por ejemplo:

  • Fuga interna total: los ensayos se realizan para comprobar el grado de protección que otorgan a los usuarios; miden las fugas por el ajuste de cara.
  • Penetración miden niveles de penetración a través del filtro.
  • Contenido de dióxido de carbono: el contenido de CO2 en el espacio libre entre la cara y la mascarilla tras inhalación, no debe ser mayor del 1% de promedio en volumen.
  • Ensayo de obstrucción:es un parámetro obligatorio para las mascarillas reutilizables y opcional para el resto. Se mide niveles  de resistencia a la inhalación y la exhalación. Ese factor no debe ser superior a los rangos establecidos para cada tipo de mascarilla.
Podría interesarte “MASCARILLAS KN95 vs FFP2. SE LIÓ LA GORDA”

Aquí os ponemos un ejemplo del ensayo. Es la información que tiene que aparecer en la ficha técnica de las mascarillas EPI.

Ensayo FFP2. Fuente: Ficha técnica mascarillas FFP2 NR. Lindeman Safety.

Etiquetado

Las mascarillas EPI deben incluir la siguiente información:

  • Nombre o marca registrada u otros medios de identificación del fabricante o suministrador.
  • El tipo de mascarilla: FFP1, FFP2, FFP3
  • Al lado del tipo, las letras siguientes según corresponda:

NR: cuando es de tipo no reutilizable

R: cuando es reutilizable

D: indica que ha sido sometida al ensayo de obstrucción (con dolomita)

  • Referencia a la norma armonizada aplicada: UNE-EN 149:2001+A1:2010

Uso inadecuado

Esperando haber despejado algunas de vuestras dudas hemos querido arrojar algo de luz sobre este asunto dado el alto grado de confusión y desinformación detectados. La mascarilla es un elemento que de una forma u otra tiene el objetivo de frenar la expansión de este maldito virus. Sin duda cualquiera, un uso inadecuado, no sólo no lo evita, sino que puede representar un riesgo “extra” para nuestra salud.

No se trata de usar las teóricamente más eficientes para un uso diario, sino de utilizar las más adecuadas para cada situación. En el día a día, lo más recomendable es usar mascarillas higiénicas porque ya suponen una barrera segura en entornos de bajo riesgo (nuestro hogar, la calle, el trabajo, etc.).

Para otro tipo de entornos, en los que sí que se hace necesaria una protección extra, por ejemplo, hospitales, residencias, etc. en los que se pueda convivir con pacientes infectados, será donde tengamos que recurrir a mascarillas que garantizan una seguridad en la inhalación, es decir, que eviten que al respirar nos puedan contagiar. Para ello, las más recomendables son las FFP2 o las FFP3.

No nos queremos despedir sin hacer un llamamiento al sentido común. Hemos detectado numerosas marcas, especialmente en la mascarilla higiénica, que amparándose en el precio, sencillamente ofrecen tres capas de celulosa cosidas. Esto es como ponerse un pañuelo de papel en la boca. Prestad atención a lo que pone en la caja y exigid un mínimo de garantía en un producto del que, en cierta forma, depende nuestra salud.