Cuando pensamos en importar desde China tendemos a pensar en márgenes descomunales y en oportunidades de negocio que prometen grandes beneficios. Cuidado. Hay algunas cosas que debes saber.

Te contamos ahora un caso que, desgraciadamente, hemos podido observar en, no pocas, ocasiones:

“Un buen día empezamos a recibir en nuestro correo electrónico cotizaciones de una empresa china que dice ser fabricante de productos como los que vendemos o fabricacmos. Son precios de escándalo, acompañados de todo tipo de información técnica y fotografías que nos hacen pensar en una buena oportunidad de negocio.

Tras intercambiar unos emails con la empresa, nos hacen llegar todo tipo de documentación e imágenes de la fábrica con sus líneas de fabricación, laboratorios, almacenes…Todo parece normal.

A priori, nada hace sospechar que la existencia del fabricante y la veracidad de sus cotizaciones no sean reales. En ocasiones, incluso llegamos a pedir precios a otras empresas chinas con el fin de corroborar que estamos delante de un proveedor diferente capaz de ofertar en unas condiciones excepcionales.

Solicitamos la muestra de producto, la cuales llegan en perfectas condiciones y con un estándar de calidad óptimo. Genial. Ha llegado la hora de comprar. En un par de meses tendremos en el almacén una mercancía con la que nos vamos a hacer de oro. Nadie podrá competir con nuestros productos.

En la mayoría de ocasiones, y tras solicitar la Factura Proforma, la forma de pago contemplada por el fabricante chino es del 30% del importe por adelantado y el 70% restante a la entrega de los documentos de embarque. Algo habitual según lo que tenemos entendido.

Cuando la fabricación ya está embarcada recibimos toda la documentación que necesitaremos para realizar el despacho de aduana de la mercancía. Se paga el 70% restante pactado con el proveedor. No vemos ninguna anomalía en los documentos (facturas, packing list, Bill of Lading, etc.),  incluso se lo enseñamos a nuestro transitario y todo parece estar en orden.

La sorpresa llega cuando al abrir el contenedor vemos que o bien la calidad del producto no se corresponde, ni de lejos, con las muestras de producto recibidas, o que sencillamente hay una cantidad de mercancía sensiblemente menor a la que aparece en la factura del proveedor. NOS HAN ESTAFADO. AHORA SÍ QUE TENEMOS UN PROBLEMA.”

Si tenemos en cuenta que cualquier compra en el exterior implica una inversión importante, llegar a esta situación es siempre una contrariedad porque difícilmente seremos capaces de recuperar el 100% de nuestro dinero. Y eso en el mejor de los casos.

Pero, ¿qué es lo que ha podido fallar en el proceso? La información ha sido la correcta, también los documentos, fotografías incluso los email o llamadas telefónicas, ¿cómo he llegado hasta aquí?.

Te contamos algunas cuestiones clave que, en ningún caso, se deben obviar antes y durante nuestras acciones de importación:

  • Verificar la autenticidad y existencia de la fábrica: Existen numerosas formas de saber si la empresa que nos está cotizando existe o no. Si es un fabricante o una oficina comercial. Si tiene antecedentes por fraude o estafa, etc. Internet puede ser una herramienta valiosa pero lo ideal es poder realizar una visita a la fábrica  que nos deje confirme la veracidad y existencia no sólo de la fábrica sino también de las personas con las que estamos hablando. Si no podemos viajar a China, una buena opción es que una empresa independiente nos haga esta gestión. El coste no es elevado frente a la pérdida que nos puede generar.
  • Comprobar los datos bancarios facilitados por el fabricante: De esta forma nos aseguraremos que las cuentas y las entidades bancarias coinciden y que, en efecto, se corresponden con datos reales vinculados a la firma o empresa que aparece en todas las comunicaciones.
  • Comprobar la veracidad de la información aportada: Aquellos documentos oficiales aportados por el fabricante deben ser contrastados y verificados, especialmente todo lo referente a Cumplimiento de Normas y Certificaciones de productos.
  • Garantías y Devoluciones: Pactar con el fabricante una política de Garantía de Producto es muy importante de cara a las posibles incidencias que puedan aparecer tras la comercialización y/o recepción del producto. Asimismo, la responsabilidad de cada una de las partes en el caso de tener que abordar la devolución de la mercancía a origen y el reintegro total o parcial del importe del pedido.
  • Control de la fabricación: En esta fase es muy importante un control presencial que verifique y garantice que nuestro pedido se está fabricando con los estándares y materiales de las muestras recibidas. También es importante verificar el estado de las fabricaciones de cara a confirmar las fechas previstas para el embarque de la mercancía.
  • Control de Calidad Previo a Embarque y Cierre de Contenedor: Esta fase es muy importante ya que la mercancía que se introduzca en el contenedor será la que finalmente recibamos en nuestros almacenes. Estar presentes en el momento del precintado del contenedor es pues fundamental.

En CECOGRUP nos gusta decir que un problema en origen es una incidencia, pero un problema en destino es grave problema. Ante operaciones internacionales que impliquen cualquier tipo de gasto se deben de aplicar unos filtros básicos que nos ayudarán a evitar graves problemas.